Disculpen mi obsesión por Inglaterra pero no me canso de recomendarles rincones de tan bello país. Hoy llega el turno de Bath, ciudad de Somerset que fue declarada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1987. ¿Sabías que debe su nombre a que fue fundada en 43 d. C como complejo termal por los romanos, que la bautizaron Aquae Sulis, o “las aguas de Sulis”? Hasta hoy pueden visitarse estos baños, lo cual se recomienda hacer a la mañana para evitar las multitudes a medida de que avanza la jornada. Estos son mis otros tips: -para seguir con las actividades culturales, el Jane Austen Centre es una buena opción. Cuenta con una exposición permanente sobre la escritora que vivió en Bath entre 1801 y 1806. Para muchos es un programa demasiado turístico, pero los amantes de la autora disfrutarán del paseo. -en Bath hay parques imponentes por recorrer. Los preferidos son Alexandra Park, Parade Gardens, Sydney Gardens, Henrietta Park, Hedgemead Park, Alice Park... Si el tiempo acompaña, se puede cortar la jornada con un picnic en cualquiera de estos jardines, disfrutando de un “bun”, panecillo típico de la zona. Si no, este mismo producto se prueba en Sally Lunn Bun, cuya casa data de 1482 y se jacta en ser la más antigua de la zona. -Bath está lleno de cafecitos independientes. Acorn Vegetarian sirve platos vegetarianos riquísimos y Woods Restaurant es otro de los recomendados. The Foodie Bugle es ideal para una rica torta al té y, además, vende productos para volver con sobrepeso de decoración. Otras tiendas indispensables del rubro son The Fig Store y Graham and Green. Dato de color: la sucursal de Anthropologie de Bath tiene una selección excelente; pero, si de boutiques independientes se trata, hay que darse una vuelta por Toppings para renovar la lista de libros…
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