No me apedreen, pero lo admito: no me gusta esquiar. Quizás es porque lo intenté de grande y sin contar con la destreza que amerita el caso. Tampoco ayuda que haya que morirse de frío, encapucharse hasta la manija, levantarse temprano y hacer colas para subir la montaña. Pero lo que sí me gusta, y mucho, es el programa de la nieve en sí; el frío cuando se vive adentro de un cuarto con chimenea, una tarde de pileta (cubierta) mirando a la nieve, una buena sesión de masajes y el siempre añorado ritual del té. Aunque no me da la cara para darles tips de ski, sí puedo charlar de lo gastronómico y eso me pidieron que hiciera hoy. Les paso, entonces, mis preferidos en Bariloche, y les pido que plischu agreguen todos los quieran: -Berlina para pizza casera y cerveza artesanal -Patagonia, con rica comida, cerveza y vista increíble a los lagos -El boliche de Alberto: las mejores pastas y parrilla -Ahumadero Weiss vende productos riquísimos para traerte a casa y quedar bien. También está el restaurante Familia Weiss -En Rapa Nui recomiendo los alfajores con frutos rojos cubiertos de chocolate, pero todo es rico -Dato de local: los miércoles y domingos hacen curanto (método milenario de cocinar la carne debajo de la tierra), en la plazoleta de Colonia Suiza. Tenés que ir un rato antes a anotarte. Es un must -Dolce Rama, otro preferido de los locales para comer helado y chocolate -arriba de la montaña podés comer en los refugios -Butterfly fue elegido uno de los mejores restaurantes del mundo. Ir con reserva. Si te gusta la onda paquetona, andá al Llao Llao al menos a tomar un café. En el Winter Garden la vista es impresionante. Probá el blend Llao Lalo de Inés Berton -No podés volver al cemento sin mermelada de frutos rojos, productos de Mamushka y/o Fenoglio (los ositos rellenos de dulce de leche son mis preferidos, yummm). Si vas, ¿me traes?