Siempre la cito a Virginia Gawel. Es profunda, inteligente, sensible. Tiene una hondura única para indagar en cosas que nos pasan a todos. Y siempre, pero siempre, me deja con ganas de más. De seguir leyéndola. De seguir indagando, aunque a veces duela o incomode. La conocí hace ya muchos años gracias al newsletter de @revistasophia. Fui a alguna de sus charlas. En esta ocasión, me tocó leerla en El fin del autoodio, su último libro y uno que cito en el podcast que grabamos con @karonchiok sobre Amor propio. Como bien señala Virginia, al pensar sobre el tema hay algo que de entrada llama la atención: aunque el autoodio existe, y vaya que existe, la palabra en castellano suena rara. O mal. Y, en cambio, sí se nos habla de autoestima, noción que, la autora explica, tiene mucho de nocivo. ¿Cómo reaccionarías si tu pareja dice que te tiene "estima"? ¿No sentirías, acaso, que su sentimiento pecaría de frío, solemne, lejano? ¿Por qué, entonces, a nosotros nos regalamos la mera estima, y no el autoamor? ¡Pongamos de moda la palabra autoamor! Como hace siempre, en estas páginas la autora une conceptos de las Psicologías de Oriente y de Occidente con poemas que iluminan el tema para ir mucho más allá del intelecto. La vas a leer, la vas a querer subrayar y releer. No te anticipo más, solo te advierto: leer a Virginia es un camino de ida y no te dejará impávido, si estás abierto a hacer el proceso al que nos invita. Yo te lo recomiendo
