“Cuando me preguntan cómo hacer para que los chicos lean más, mi primera respuesta es: leer uno mismo. Ellos hacen todo lo que a nosotros les gusta (¿por qué te creés que se mueren por manotear tu celular?), y la mejor manera de incentivarlos a agarrar un libro es que nos vean disfrutando esa actividad”, me explica @violenoet, editora de libros infantiles.
Si convertimos a la lectura en un momento compartido, en un ritual agradable en que se prioriza el disfrute de las palabras y se da rienda suelta a la imaginación, el camino estará allanado
A raíz de esta reflexión me dieron ganas de acercarles datos interesantes que me hizo llegar @bookdepository:
-la literatura infantil representa un 15% de los libros que se venden a la Argentina, incluso por encima de la ficción para adultos (11%).
-leer ayuda a pensar cada vez mejor, a mirar cuestiones complejas desde muchos puntos de vista y a desarrollar la empatía (Melina Furman, bióloga UBA y doctora en Educación de Columbia University).
-al llegar al jardín de infantes, los chicos a quienes les leyeron un libro por día llegan con 1 millón y medio de palabrasmás que los chicos a los cuales nunca les han leído (estudio de la investigadora Jessica Logan de la Universidad de Ohio State).
Por último, Melina Furman nos da una serie de tips para profundizar la lectura infantil:
-ofrecerles a los niños variedad de estilos y géneros literarios.
-elegir varios libros del mismo autor y ver qué tienen en común para que los chicos empiecen a encontrar identidades en autores.
-observar todo lo que rodea al texto (lo que se llama paratexto): portada, prólogo,
dedicatoria, reseña, etc., porque ayuda a profundizar la experiencia del libro.
-crear en conjunto una historia, inventar nuevos finales, para ponerlos en el lugar de protagonistas, en la creación de ficción.
-leer haciendo pausas, buscando momentos para hacer preguntas que estimulen la imaginación y la reflexión. Ejemplos: “¿Qué harías si estuvieras en los zapatos del personaje?”, “¿qué hubiese pasado si la Cenicienta se iba 11.30 en lugar de las 12 o 12:30?”, “¿de qué otras maneras puede terminar el cuento?”.