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El despertar de la señorita Prim



Uno de los últimos libros que recibí fue El despertar de la señorita Prim. Fue un regalo espontáneo de mi amiga del alma @dudduboutqiue, y esos son mis preferidos. Vino con una dedicatoria en la que explica que el libro le hizo pensar muchas veces en mí y que por eso quería hacérmelo llegar.

El despertar (...) trata sobre las peripecias de Prudencia Prim en San Ireneo de Arnois, un pueblito muy peculiar poblado por habitantes que parecen salidos de otra época.

Dice su autora, Natalia Sanmartin Fenollera, que es más bien un cuento: "Un cuento para adultos, pero un cuento al fin y al cabo. No quiero decir con eso que se trate de una historia de fantasía o de magia -no hay hadas, ni trasgos ni rastro de duendes- sino que sus colores son deliberadamente intensos en algunas ocasiones y deliberadamente suaves en otras".

Es cierto que a veces hay intensidad: intensidad de opiniones e intensidad en la narración, que abunda en adjetivos y adverbios terminados en mente. Y para algunos lectores esto podrá ser abrumador o sonar algo pretencioso. Pero yo considero destacable que se nos brinden reflexiones que no nos dejan indiferentes; estemos de acuerdo con ellas, o no, es una bocanada de aire fresco toparse con visiones que distan de lo políticamente correcto.

Me resulta destacable también la intención de aumentar el bagaje cultural del lector. El despertar de la señorita Prim abunda en referencias literarias y culturales y brinda homenaje a obras clásicas de la literatura. En algún punto, el objetivo de la obra es mostrar el contraste entre modernidad y tradición (especialmente, la de la Vieja Europa).

Otros temas desarrollados son la educación, la delicadeza, la fe, la sencillez, el arte y el amor: se escenifica un romance a lo Mr Darcy y Elizabeth Bennet; es decir, una atracción entre dos inteligencias antagónicas que, en palabras de Sanmartin Fenollera, "libran feroces combates dialécticos sobre casi todo aquello (que es mucho) por lo que vale la pena discutir".

A mí me costó avanzar con la lectura porque lo empecé en plena época de vorágine pero, como había sido regalado por alguien en cuyo criterio confío (y mucho), lo terminé, y me alegro de haberlo hecho, porque creo que una de mis partes preferidas fue el final.

¿Y por allá...? ¿Alguien más lo leyó?


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