
Qué dicha, la de encontrar una nueva escritora a quien admirar. Después de Little Fires Everywhere, fui directo a la ópera prima de Celete Ng: Everything I never told you, y de nuevo me topé con ese afán de querer dejar todo lo que estoy haciendo, con tal de sentarme a leer; me entregué a ese placer de avanzar en la lectura, mientras las frases se encadenan en armonía perfecta y siento que a los personajes los conozco desde hace un montón.
La atmósfera de Everything I Never Told You es -un poco- inquietante. Perturbadora, tal vez. No diría deprimente, pero sí llena de dolor. A esto lo señalo como una virtud. Me refiero a que su lectura te interpela... Te habla. De nuevo, Celeste Ng demuestra su maestría al retratar personajes tridimensionales y dinámicas familiares llenas de complejidad; sus secretos y la (falta de) comunicación. Lo delicado de ser padres y cómo el desear lo mejor para nuestros hijos muchas veces es aquello que los hace padecer. El sentirse sapo de otro pozo. La discriminación, y no solo racial.
Algunas de mi citas preferidas son:
"Peope decide what you're like before they even get to know you (...) Except you're never who they think you are."
“Before that she hadn’t realized how fragile happiness was, how if you were careless, you could knock it over and shatter it.”
La prosa de Ng es sutil y detallista a la vez. Su profundidad se condensa en -relativamente- pocas páginas: doscientas noventa y dos, en mi edición. Las disfruté a todas, no quería terminar de leer. No me pasa con todos los autores que se cruzan en mi camino. Con ella ya me pasó dos veces. Hoy, brindo por haber dado con una nueva gran escritora, y espero ansiosa lo próximo que vaya a publicar.