Quien haya dicho que Alice in Wonderland es un libro para chicos no entendió nada. Debo admitir que yo tampoco entendí mucho la primera vez que leí este libro escrito por Charles Lutwidge Dodgson (pseudónimo, Lewis Carroll), hasta que hice un curso dedicado enteramente a interpretarlo y jugar con los distintos simbolismos que propone el autor. Harold Bloom considera que la obra evade cualquier tipo de definición. La crítica coincide pero, de todos modos, se proponen distintas claves de lectura para abordar este libro un tanto caótico y disparatado:
-lectura psicoanalítica: en la obra se hallan algunos de los conceptos freudianos principales; hay quienes creen que toda la historia podría haber sido un sueño y que debemos interpretarlo como tal. Simbolismos sexuales también se hallan por doquier. Otros ven las vivencias de Alice como una alegoría del desarrollo del ego y la identidad.
-lectura histórica: se registran aspectos de la cultura y filosofía de la era victoriana. Es vital recordar que la obra fue escrita en este periodo, por demás particular.
-lectura política: Wonderland sería Inglaterra, gobernada por la tiránica Reina de Corazones que, claro, correspondería a la Reina Victoria. Hay evidencia que demuestra que Dodgson no era demasiado apreciado por esta. También hallamos sátira política a la aristocracia (la Duquesa) y al manejo de la justicia.
-lectura matemática: muchos leen la obra como una respuesta a los descubrimientos científicos de la época. El autor, un matemático, desde ya estaba muy al tanto de las nuevas teorías, como la álgebra simbólica, las cuales le parecían ridículas, porque él era más conservador.
-lectura sociológica: se pueden señalar muchos debates sociales de la era victoriana; por ejemplo, respecto a la educación infantil: Alice es leída como una parodia a cómo se trataba a los niños en el sistema educativo inglés.
-lectura feminista: aunque la obra fue escrita por un hombre en la era victoriana, la protagonista y sus aventuras se prestan a más de un análisis feminista. Básicamente hay dos posiciones: quienes ven a Alice como una heroína, una rebelde que desafía los roles femeninos de la época, y quienes dudan de que Carroll haya roto los estereotipos de su tiempo. Más bien, ven a Alice sumisa respecto a otros personajes, como el Caterpillar. Además, las otras mujeres de la obra (la duquesa, su cocinera y la reina) son personajes violentos que no salen bien parados.
Estos son solo algunas de las claves de lectura. La conclusión es que la obra publicada en 1865 da para MUCHO análisis y debate sobre su interpretación. Vos, ¿ya leíste este clásico? ¿Lo entendiste? ¿Te gustó?