Rebecca fue regalo de mi querida Sophie, una amiga inglesa infalible en sus recomendados literarios. Soph me contó de una tradición que respetan por esas latitudes: entre amigos se regalan libros con dedicatoria firmada en la primera página. Al terminar de leer el libro en cuestión, la idea es prestarlo a otro amigo, añadiendo la propia dedicatoria en la misma página, para que después vaya a manos de un tercero… y así, sucesivamente. En estos días de sol les recomiendo que se arropen con una mantita liviana y un té a la sombra y disfruten de esta historia que empieza como novela romántica hasta tornarse en un thriller psicológico cuya trama da un giro totalmente inesperado. ¿Alguien dijo #plottwist? Perteneciente al género gótico romántico, ese mismo que integra Jane Eyre, Rebecca es un imperdible para los amantes de la literatura anglosajona. Entre otras curiosidades, ha gestado el término "Síndrome de Rebeca" que alude a los celos patológicos hacia una expareja de la pareja actual. Su frase inicial, "Anoche soñé que volvía a Manderley...”, es una de las más célebres de la literatura. En 1940 Alfred Hitchcock filmó la versión cinematográfica del libro y esta fue su primera película americana. Si todavía no la viste ni leíste la obra, no quiero revelarte ni una pizca de la trama, para que te atrape como a mí. Solo te imploro que lo agregues a tu lista de pendientes 🙏 Me encantaría seguir la tradición y prestarles mi ejemplar, pero es tan lindo que me estaría costando soltarlo... en general, cuando presto libros nunca vuelven a mis manos 😬🙈.
¿Les pasó alguna vez?