
En mi eterna lista de pendientes literarios a veces se cuelan recomendados que surgen de charlas con amigos; pero en la vida hay tan poco tiempo y tannnto para leer, que uno tiene que saber muy bien en quién confiar. El mar que nos trajo llegó con el aval de una amiga de la carrera de Letras que siempre tuvo un gusto variado y exigente; entonces, desde ya le hice caso y apenas puse pie en Argentina, rastreé el libro en Mercado Libre y lo encargué. Algo me atrajo ya desde el título de esta novela de Griselda Gambaro, nombre mayúsculo de la dramaturgia argentina que también se ha dedicado a la narrativa. En sus páginas la novela muestra la historia paralela de una familia que, separada entre Italia y Argentina, no tuvo el lujo de despedidas.Trata sobre la inmigración, el desarraigo y la identidad. Melancólica, la obra presenta el mar como metáfora de la distancia... en sentido amplio. La culpa y el abandono son otros de sus grandes temas. El pasaje más sobrecogedor, al menos para mí, habla de que la muerte es la puerta que se abre a lo imposible. "Si tiene algún sentido, la muerte, es el de permitirnos la libertad en los deseos", dice la Gambaro y, en esta clave delicada y profunda, aporta otro clásico a la literatura de nuestro país.