Algunos podrán pensar que caí en el cliché de recomendar El Principito justo después del Día del Niño, pero lo cierto es que no pienso que este sea un libro -solamente- para chicos. Al contrario, creo que ellos tienen frescas muchas de sus enseñanzas y les salen por intuición; en cambio, somos los grandes quienes deberíamos releerlas y aprender.
Además, como bien dijo Ruy Vidal: "No existe el arte para niños, existe el arte. No existen las ilustraciones para niños, existen las ilustraciones. No existen los colores para niños; existen los colores. No existe la literatura para niños, existe la literatura. Un buen libro para chicos es buen libro para todos".
Con cada relectura el libro publicado por Saint-Exupéry regala un nuevo mensaje. Nostálgico, simple pero profundo, evoca temas como la amistad, la pérdida, los valores o la soledad.
Mi escena favorita es el encuentro con el zorro, que encierra citas como:
-"Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres", o "No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo lo hice mi amigo y ahora es único en el mundo".
No en vano es el libro escrito en francés más leído y traducido... Hoy a la noche, cuando veamos las estrellas, acordémonos de El Principito. Si leíste el libro vas a pescar mi referencia. Si todavía no lo leíste: ¿qué esperás?