Hechas estas salvedades, les paso tips de Rye en sí: -la playa más linda es Camber Sands. Aunque fuimos en pleno verano inglés, se sabe que este es engañoso. Había viento así que nos asomamos a meter los pies en la arena y ya. Nos sorprendió que fuera tan blanca. El paisaje ondulado y con dunas y el agua rabiosa del Canal de la Mancha son una postal que, en lo posible, no hay que dejar de ver. -En frente de la playa tenés The Gallivant, impecablemente decorado en un estilo escandinavo con detalles costeros como estrellas de mar. Podríamos bautizarlo "seaside chic", jaja. Es un gran dato para el almuerzo, salvo que prefieras hacerlo en la ciudad. Algunos rincones recomendados en esta son: The Fig, Hayden's, The Landgate Bistro o The Tuscan. -en Rye hay MUCHO para ver. Si te fascina la Edad Media, este destino es para vos. La ciudad estaba rodeada por una muralla porque en el siglo XIV era un punto estratégico del sur inglés, y tuvo un rol preponderante en episodios como la Guerra de los Cien Años. Hasta hoy, se erige Langdate, la magnánima entrada que data de 1340. TODO en Rye es historia. Sus calles son adoquinadas y las casas, estilo tudor y georgiano. Lo bueno es que, al haber sido declarado Patrimonio Nacional, su aspecto se ha conservado en el tiempo y el trazado de las calles cambió muy pero muy poco. -la calle más pintoresca, por afano, es Mermaid Street. Muchas de sus cottages datan del siglo XIV o XV, como The Mermaid Inn o la simpática casa de enfrente, nombrada "The House Opposite". -muchos artistas se enamoraron de Rye, como Conrad, HG Wells o Henry James, norteamericano que se radicó en Rye los últimos 16 años de su vida. Podés visitar su casa: se llama Lamb House, es estilo georgiano y tiene un jardín divino para leer al sol. -hablando de libros, no dejes de pasar por la pintoresca "The Tiny Book Store". -la ciudad está poblada por cafecitos y tiendas deco independientes, como Ashbee and Co. Ideales para encontrar detalles para llevarte a casa, llenos de personalidad. También tiene muchos negocios vintage y un simpático local de cerámica, Rye Pottery. -para sumergirte en la historia del lugar podés visitar Rye Heritage Center, donde hay una réplica de Rye en miniatura tal como lucía en 1872. En 20 minutos de charla te cuentan la historia del lugar (podés pedir que sea en castellano), incluidas algunas de las leyendas misteriosas de esta ciudad medieval... spooky! -otra parada para llenarse de historia medieval es Rye Castle, desde el que tenés una vista lindísima. Dato de color, acá se fundó la primera cárcel para mujeres de toda Inglaterra, The Women Tower. -otro dato curioso: en la iglesia St Mary's hallás el reloj más antiguo de toda Inglaterra. Desde su torre hay vistas panorámicas de la ciudad.
Aunque no lo crean, llegamos a recorrer todo esto en un solo día. Yyy, bueno. De eso se trata el Babymoon, o al menos para nosotros. De aprovechar las horas al máximo y perderse en calles laberínticas, aprovechando que todavía no hay cochecitos a cuestas; de probar varios platos en distintos restaurantes, sin miedo a la cara del vecino de mesa porque el retoño se está portando mal. Ya vendrán otro tipo de viajes, donde los programas los dicte el gusto infantil. ¡Y está muy bien! Pero me doy una palmada en el hombro y me autofelicito por haber insistido: Sofía Gala tenía la posta, el Babymoon es lo más.