Después de haber repasado las bondades del aceite de ricino, hoy le llega el turno al aceite de coco. Pronunciar su nombre ya me hace pensar en rico olor; pero sus propiedades van mucho más allá de la fragancia, así que paso a enumerar:
-el aceite de coco quema grasas. Hay estudios que demuestran que consumir dos cucharadas por día durante 12 semanas reduce la grasa abdominal. Además, cocinar con aceite de coco es más sano que con otros aceites, como el de oliva. A algunos no les copa tanto el gusto pero a mí me encanta. Probá hacer tus platos preferidos con aceite de coco a ver qué opinas vos...
-uno de mis usos preferidos es emplear el aceite de coco como exfoliante. Agrégale un poco de azúcar para que la consistencia exfolie mejor y pásalo por el cuerpo mientras te bañas.
-Blake Lively dice que su truco de belleza favorito es ponerse aceite de coco en las puntas antes de ducharse. No sé si sólo a esto se debe su tremenda melena, pero vale la pena el intento, ¿no? Eso sí, si tu pelo es graso procurá que SÓLO sea en las puntas y enjuaga muy bien.
-si hay algo que le sobra al aceite de coco es vitamina E, lo que se traduce en mucha hidratación para la piel. Es ideal para la zona del contorno de ojos y también calma quemaduras de sol.
-dato no menor: comprá versiones orgánicas y vírgenes del aceite: no queremos estropear sus propiedades con las toxinas de ciertos productos industriales.
-hay quienes juran que el aceite de coco mezclado con bicarbonato de sodio blanquea los dientes. Algunos odontólogos argumentan que el que blanquea es el bicarbonato, pero que a la vez daña el esmalte, entonces no recomiendan este uso, aunque sí admiten que el aceite de coco tiene propiedades anti bacterianas, ideales para el higiene de la boca. Yo no me animo a experimentar en este campo, pero se los cuento para que estén al tanto...