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De copetín en copetín


Qué buena palabra: copetín. Me gusta mucho más que "picada". Suena simpática ya desde lo fonético (las palabras agudas son mis preferidas), pero además tiene otro plus: su semántica. Aquello que evoca. ¿No? Porque el copetín es ese momento en que la prioridad es compartir; ese paréntesis en que se calientan los motores para el banquete que vendrá después, aunque en general sus bocadillos son tan adictivos que nos dejan sin hambre para el plato principal. O al menos eso nos pasa a ansiosas como yo 🤷🏼‍♀️ Igual, lo mejor del copetín me parece el ritual en sí. El matar el hambre hasta que llegue el asado. El acompañar una copa de vino o cerveza con pequeños tentempiés. El tener excusa para estirar la juntada, al menos una hora más... Copetín es sinónimo de vacaciones, de fin de semana, de permitido, de qué más da. Me gusta su aire informal, que no haya lugares asignados en la mesa sino un sentarse desprolijo en torno a una tabla poblada de manjares de colores 🧀🥖🥓. La mía es del concept store @rydproject, que nuclea productos elegidos por su estética y materiales nobles, como el mármol de la foto. Y, ya que estamos, valga la aclaración: la presentación es una gran parte de la picada...

En este viernes, y para auspiciar su ágape del fin de semana, les tiro una buena noticia: durante los próximos cinco días, con el código ROSIESTIPS tienen un 10% de descuento en todo el shop online de @rydproject (excluyendo categorías Gaucho Sur, velas y cuero). Valga la excusa para que, la próxima, seas vos quien organice el copetín



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