Amo el limón, en todas sus formas. En limonadas. Para condimentar ensaladas. En helados, mousses, soufflés... En una época traté de hacerme la sana y arrancar el día tomando agua tibia con limón en ayunas, pero me duró poco: soy tan ansiosa por ir derecho al desayuno, que no lo pude tolerar... Ni me nombren a la key lime pie porque me cruje la gastria. También soy fanática de las galletitas de Havanna de limón, mucho más que de los alfajores. Y nada me gusta más que un buen lemon pie. Pero el temita del merengue me daba fiaca con este calor, así que opté por este budín que es super fácil y no requiere de artilugios: Ingredientes: 300 g de harina 0000 1 cdita y media de polvo royal 1 pizca de sal 300 g de azúcar 170 g de manteca fría ralladura de 1 🍈 3 huevos 200 cc de leche Preparación: En un bowl mezclar la harina, el polvo royal, la sal y el azúcar. Agregar la manteca y trabajar con las manos hasta obtener un granulado. Agregar la ralladura de limón junto con los huevos y la leche. Mezclar con cuchara de madera, así la mezcla queda floja, y colocar en molde de budín inglés. Cocinar en horno medio una hora. Para el almíbar: En una olla hervir 5 cdas. de jugo de limón con dos de azúcar y una vez obtenido el almíbar, reservar. Dato: el almíbar está listo cuando hace burbujas. Al sacar el budín del horno lo pintás. Probalo y después decime si no me amás un cachito. Pd: No saben la pinta que tenía este budín antes de que fuera despedazado por mis manos torpes. Dorado, caliente, estaba en el punto justo para ser tapa de Vogue. Pero mi ansiedad por desmoldarlo hizo destrozos... igual no pude con mi genio y les subo la receta. Es que, ¡quería compartirla sí o sí!